L’àvia Felisa o La abuela Felisa es un proyecto en el que trabajamos con las joyas que heredamos mi madre y yo de la abuela Felicidad. En este proyecto reunimos y pusimos todas las joyas de la abuela juntas: medallas, una cruz y un aderezo en comunión para así, guardar la esencia de esta madre y abuela a través de dos de sus descendientes. Quisimos transformar esos símbolos que no eran representativos para nosotras, en formas que se adaptaran mejor a las nuevas portadoras, pero sin perder ese valor sentimental que tenían estos objetos de oro, al que tanto se le asociaba a este ser querido.

Lo primero que hice fue buscar una fotografía de Felisa y recordarla, volver a recrear sus rasgos y dibujar todos aquellos gestos que la hacían ser ella. A partir de este recuerdo o reencuentro, decidimos hacerle un homenaje: ir a un paraje natural muy especial para nosotras y recoger tomillo, esa planta que tiene tantísimas propiedades y tan fuertes para poner remedio a un sinfín de enfermedades y dolencias. Queríamos devolver a las joyas la esencia de esta persona que tanto cuidaba y velaba de nosotras, tal y como hace esta planta. Y así, despojarlas de sus formas y entregarlas de lleno a ese sentimiento que le era tan representativo a este ser querido, el cuidado. De entre el tomillo que cogimos seleccionamos una ramita y la transformamos en Felisa a través de su oro, por medio de la técnica de la fundición de elementos naturales. Con esa ramita abuela hicimos dos anillos, uno para la hija y otro para la nieta. De este modo, el cariño y el cuidado de Felicidad aún seguiría presente y tangible en nuestras manos a través de dos círculos de tomillo de oro.